Cuando hablamos de ahorrar en la factura de la luz o el gas, a menudo pensamos en apagar las luces, regular la calefacción o usar electrodomésticos eficientes. Sin embargo, hay otro aspecto que puede hacer que nuestros gastos se disparen: el consumo de agua caliente sanitaria (ACS). Pero, ¿se puede ahorrar en el consumo de agua caliente sanitaria sin renunciar a una buena ducha caliente o a lavar los platos sin que nuestras manos terminen congeladas? ¡La respuesta es sí! Veamos cómo cuidar el bolsillo sin sacrificar el confort.
Opta por Ducha en Lugar de Baño: Un Clásico que Funciona
Empezamos por lo obvio, ¡pero que no siempre cumplimos! Una ducha rápida consume mucho menos agua caliente que un baño. Mientras que una ducha promedio usa entre 35 y 50 litros de agua, llenar una bañera puede llevar entre 150 y 200 litros. Si en casa todos se duchan en lugar de bañarse, el ahorro puede ser considerable a lo largo del mes. Intenta cronometrar el tiempo en la ducha; cinco minutos son suficientes para disfrutar de un momento de confort sin excesos. Si tienes peques en casa a los que les cuesta salir de la ducha, ¡hazlo un juego y pon música para marcar el tiempo!
Instala Perlizadores y Reguladores de Caudal
Los perlizadores, son dispositivos pequeños que se colocan en el grifo o en la ducha y mezclan el agua con aire. El resultado es una corriente de agua más suave pero que conserva la sensación de presión. Así, sin darte cuenta, reduces el caudal de agua y el consumo de agua caliente puede reducirse hasta en un 50%. Existen también cabezales de ducha de bajo flujo, diseñados especialmente para limitar el caudal. No te preocupes, no te sentirás en una “llovizna”. Estos dispositivos están diseñados para dar la misma sensación de caudal mientras ahorran agua.
Ajusta la Temperatura del Calentador de Agua
¿Sabías que la temperatura ideal para un calentador de agua es de unos 50 a 55 °C? A veces dejamos el termostato demasiado alto, haciendo que el sistema consuma más energía para mantener el agua a una temperatura que luego mezclamos con agua fría en el grifo. Ajustar el termostato a una temperatura razonable puede hacer una diferencia notable en la factura. Además, te aseguras de que el agua llegue caliente pero no “hirviendo”, lo cual es más seguro especialmente si hay niños o personas mayores en casa.
Invierte en un Calentador de Agua Eficiente
Si tu calentador de agua es antiguo, tal vez sea hora de plantearse un cambio. Los calentadores de agua modernos, como los de bomba de calor o los solares, son mucho más eficientes en consumo de energía. Una bomba de calor, por ejemplo, puede reducir el gasto de energía hasta en un 60% comparado con los calentadores eléctricos tradicionales.
Si bien puede representar una inversión inicial, los beneficios a largo plazo se notarán en la factura de cada mes. Además, al reducir el consumo de energía, estás también contribuyendo a cuidar el medio ambiente.
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Aprovecha la Energía Solar para Calentar el Agua
Si tienes una buena exposición al sol, considera la posibilidad de instalar paneles solares térmicos. Estos sistemas pueden proporcionar agua caliente para el hogar utilizando la energía del sol, lo que reduce enormemente el consumo de electricidad o gas. Los calentadores solares son una inversión inicial algo elevada, pero los ahorros a largo plazo los hacen una opción atractiva y sostenible.
Educa a la Familia para Ser Conscientes del Consumo de Agua Caliente
El último consejo es simple pero fundamental: educa a todos en casa sobre la importancia de usar el agua caliente de manera consciente. A veces, el simple hecho de ser conscientes de que estamos ahorrando, nos hace usar menos agua. Con pequeños recordatorios, como cerrar el grifo mientras nos enjabonamos las manos o ajustar el tiempo en la ducha, todos en casa pueden contribuir a reducir el gasto de agua caliente.
Lavar los platos puede ser otra fuente importante de consumo de agua caliente, sobre todo si usamos el grifo abierto. Una solución es llenar el fregadero con agua caliente y detergente y lavar los platos en lugar de dejar el grifo corriendo. Si tienes lavavajillas, asegúrate de usarlo a plena carga y en modo económico, que suele calentar el agua a temperaturas más bajas y consume menos energía.